El dolor y el amor, dos sentimientos tan cercanos y distantes al mismo tiempo
Este poema fue escrito por Daniel Villalba Durán en Noviembre de 1998, que en ese momento acababa de cumplir 17 años.
El amor produce un gran dolor si no es compartido. Produce aún más dolor en aquel que lo utiliza como vía de escape de su propia vida.
El desamor, por mucho que procuremos obviarlo, deja una marca infranqueable en el corazón de todos aquellos que lo han sufrido, una marca que difícilmente se borra.
En una persona con baja autoestima, la influencia del amor y/o las relaciones personales adquiere mayor importancia y define nuestro estado de ánimo.
El amor produce un gran dolor si no es compartido. Produce aún más dolor en aquel que lo utiliza como vía de escape de su propia vida.
El desamor, por mucho que procuremos obviarlo, deja una marca infranqueable en el corazón de todos aquellos que lo han sufrido, una marca que difícilmente se borra.
En una persona con baja autoestima, la influencia del amor y/o las relaciones personales adquiere mayor importancia y define nuestro estado de ánimo.
Los nervios me matan,
no los puedo aguantar,
se nota que estoy enamorado
y que no me atreveré jamás.
Sin embargo saco fuerzas
y me dispongo a atacar;
no puede ser, llega la hora
y no encuentro palabras para hablar,
lo suelto sin pensar
con miedo a lo que pueda pasar.
Una helada sensación
recorre todo mi cuerpo
esperando la respuesta,
que como me temía,
era negativa.
Un golpe que no da,
un golpe que no encuentra
y desestimándolo, sin querer,
el daño se incrementa.
Miro al suelo
y sigo mi sendero
ahora me doy cuenta, es el dolor
que produce un simple <<NO>>.
Pierdes la cuenta
de cuantas horas pensar,
el sufrir da vueltas
que no puedes apartar.
Aunque quiero aguantar
no lo puedo resistir,
una lágrima en el carrillo
abre el camino
de un profundo llorar
que no encuentra su final.
Una lágrima resbala,
las demás quedan atrás,
tengo nueva carga
sobre mi espalda
que tan solo es mi bienestar,
para ello tengo que olvidar
las penurias, que durante días
no hacen más que atormentar.
O sino mi subsconciente
tratará de acuñar
tanto mal en mi mente
que me hará derrumbar
todo el ambiente
que creé sin dudar,
buscando una vida que no miente,
que es sólo la verdad,
y siendo su sirviente
pensaba que me iba a ayudar,
pero no contaba,
por ser inocente,
con las innumerables barreras
que me iba a encontrar.
No tengo claro
de seguir adelante
endurecer el alma
y fomentar la mente,
o simplemente sentir
y no pensar.
Aquellos que lo hagan
agusto pueden estar,
pero por estos parajes
no puedes andar
si no encuentras tu justa
mitad y mitad,
mejor quedarse a medias
para llegar a triunfar.
no los puedo aguantar,
se nota que estoy enamorado
y que no me atreveré jamás.
Sin embargo saco fuerzas
y me dispongo a atacar;
no puede ser, llega la hora
y no encuentro palabras para hablar,
lo suelto sin pensar
con miedo a lo que pueda pasar.
Una helada sensación
recorre todo mi cuerpo
esperando la respuesta,
que como me temía,
era negativa.
Un golpe que no da,
un golpe que no encuentra
y desestimándolo, sin querer,
el daño se incrementa.
Miro al suelo
y sigo mi sendero
ahora me doy cuenta, es el dolor
que produce un simple <<NO>>.
Pierdes la cuenta
de cuantas horas pensar,
el sufrir da vueltas
que no puedes apartar.
Aunque quiero aguantar
no lo puedo resistir,
una lágrima en el carrillo
abre el camino
de un profundo llorar
que no encuentra su final.
Una lágrima resbala,
las demás quedan atrás,
tengo nueva carga
sobre mi espalda
que tan solo es mi bienestar,
para ello tengo que olvidar
las penurias, que durante días
no hacen más que atormentar.
O sino mi subsconciente
tratará de acuñar
tanto mal en mi mente
que me hará derrumbar
todo el ambiente
que creé sin dudar,
buscando una vida que no miente,
que es sólo la verdad,
y siendo su sirviente
pensaba que me iba a ayudar,
pero no contaba,
por ser inocente,
con las innumerables barreras
que me iba a encontrar.
No tengo claro
de seguir adelante
endurecer el alma
y fomentar la mente,
o simplemente sentir
y no pensar.
Aquellos que lo hagan
agusto pueden estar,
pero por estos parajes
no puedes andar
si no encuentras tu justa
mitad y mitad,
mejor quedarse a medias
para llegar a triunfar.