Dime mi bella azucena que velas por la seguridad de la fina cortina que envuelve mi verdad, entre tan dulce amargura que no desvela la fuerza de mi ser por no caer en tan gran humildad, que no encuentro querer que deje su cortina romper y se junte a mi brecha en frenesí de amor y bondad. Fuerza de sentimientos nobles que no encuentra camino entre profundas presiones para exteriorizar, aquellas pasiones que juntos nos transmitiremos bajo profundos abismos de tan intenso bien, que absorbe el mal, que no hacen falta palabras sino sólo miradas, fundiéndose entre tiernos abrazos que desvelan nuestra felicidad. Ni el fuego del infierno, ni el frío de las tinieblas, son capaces de destemplar la milagrosa cortina que se forma, cuando todo sentir es amar. Pero mientras tanto, no encuentre ansiada Diosa que me haga levitar, tengo que esconderme bajo ínfimos placeres que no alcanzan el gran delirio el cuál , se encuentra al final del camino de la profunda verdad. Y mientras no encuentre pareja que despeje mi pena y de a mi esencia seguridad, me esconderé y no la sacaré jamás, ya que podría esparcirse y marchitar bajo este oscuro mundo de crueldad, al que se le atribuye el injusto nombre de sociedad. |
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Julio 2014
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